Desde muy joven Carlos Barocela ligó su poesía y su música al paisaje de Villa Gesell, a la que conoció en 1949.

Había nacido en Haedo, el 18 de diciembre de 1939, localidad en la que vivió toda su vida, trabajando como profesor de guitarra. Desde que conoció Villa Gesell, en 1949, se enamoró del paisaje y su corazón de poeta se sintió conmovido. De su contacto con la incipiente ciudad surgieron poemas y canciones, que se plasmaron en el disco Baladas de la Villa, con cuatro temas, uno para cada estación del año: Villa dormida, Otoño, Lluvia, y Muchacha del mar. Desde entonces su obra fue creciendo en la producción de canciones, llegando a editar ocho discos. Su tema más reconocido tanto en el país como en el extranjero fue: Tu nombre en la arena. En Villa Gesell durante varias temporadas actuó en diversos café concerts, y son recordadas sus presentaciones junto al también poeta y cantautor Ignacio Anzoátegui, con quien compuso varias canciones y editó algunos discos, entre ellos el LP Con A de Anzoátegui, con B de Barocela.

También la pasión por la literatura dio sus frutos muy tempranamente, editando el libro de poesías Estaciones de un Paisaje. Más tarde su producción se amplió y la editorial Botella al mar publicó otra colección de poemas titulado El tiempo fiel. De este libro y a manera de homenaje, reproducimos el soneto titulado

La Música

Por la música, gracias, y por todo

el sereno universo que declara

para el alma, por esta simple y rara

sensación de ser cielo en vez de lodo.

Por el libro también, porque mi modo

preferido de ser en él se ampara,

porque en música y libro, cara a cara

conversamos con Dios, y codo a codo.

Por el dulce y sonoro pensamiento

que en un verso se mide y se desliza:

por la eterna ocasión de mi ceniza

y el destino fugaz de mi momento,

muchas gracias también. Y por la calma

de saber que la vida está en el alma.

Carlos Barocela